Desde el punto de vista del tejido, las chaquetas de esquí suelen tener requisitos mucho más exigentes que los cortavientos. Actualmente, los cortavientos tienden a ser ligeros. El uso consolidado de la tecnología de termosellado y la amplia aplicación de numerosos tejidos avanzados han reducido su peso total.
En comparación con las chaquetas de esquí, los cortavientos son más ligeros y de diseño más sencillo. En cambio, las chaquetas de esquí destacan por su impermeabilidad y capacidad para retener el calor.
Por lo tanto, los requisitos de los tejidos para las chaquetas de esquí son relativamente altos, y se necesitan más materiales para mejorar su rendimiento, como forros más gruesos y mayor resistencia a la presión. En consecuencia, la chaqueta de esquí es relativamente más pesada y tiene una apariencia más compleja.
